El lunes 18 de agosto los frailes dominicos de la provincia misionera de Nuestra Señora del Rosario dieron inicio al Capítulo de carácter electivo con un retiro.

La jornada de este lunes se inició con la oración de laudes comenzando así un día de retiro con tres charlas propuestas por fray Felicísimo Martínez Diez. El primer encuentro se dio en horas de la mañana meditando sobre los Pilares irrenunciables de la vida religiosa dentro de la provincia. "La fe es uno de esos pilares fundamentales" señala fr. Felicísimo, "es donde damos razón y se medita lo que nos pasa y porqué nos pasa". La vida fraterna es otro de esos pilares fundamentales dentro de nuestro estilo de vida y debe ser un una vida fraterna real, que a veces se deja de lado o es poco realista. Y como tercer pilar nos invitaba a reflexionar en el hecho de que la provincia es Misionera por tanto: "una vida sin misión es una vida sin visión, es vacia; será una vida fracasada".
La necesidad de Limpiar la mirada fue el tema central de la segunda charla, resaltando que quienes estamos aquí, "hemos venido como delegados, no como seres individuales". Invitaba a meditar la cita del Evangelio (Mt. 6, 22-23) "la lámpara del cuerpo es tu ojo", a santa Catalina de Siena: "purificar la mirada del alma" y a san Agustín: "sanar el ojo del corazón para poder ver a Dios". Exponía Fr. Felicísimo que "Dios mismo, es muchas veces cómo le miramos". Y acotaba que no se trata de un tema puramente moral, no. Es un tema espiritual de la mirada. De ¿cómo veo al otro y a la comunidad? ¿Qué tanto de bien y de mal hace esa mirada hacia los demás? Sin buscar culpas o solo pecado en todo, insistía en saber mirar con una pupila dilatada desde el alma, desde dentro, invitando a la profundidad del corazón para estar abiertos a la sorpresa, como hacen los más pequeños que siempre se asombran y se dejan sorprender.
Ya en la tarde, despues de meditar sobre los los pilares de la vida religiosa dentro de la provincia y de la invitación a limpiar la mirada y ver con los ojos abiertos del alma, nos adentramos en la la tercer charla que giró en torno a "Vivir en la Verdad", remarcando que somos la Orden de la Verdad, el "Veritas".Recordando aquello que dice nuestro hermano santo Tomás de Aquino sobre la verdad: "hay dos tipos de verdad dice Tomás de Aquino, la verdad académica y la verdad de la vida, la vida real, y dice que "la verdad de la vida es la más importante". El punto de atención se centró sobre el ejercicio que han de hacer los capitulos sobre el tema de la sinceridad. En el no desacreditar el Evangelio y la vida evangélica que muchos hermanos quieren vivir. "Este capítulo que ahora comienza debe ser una buena oportunidad de hacerse preguntas sobre qué tanto de verdad hay en nuestra vida, tanto en la vida individual como en la comunitaria", señala.
Invitaba a descubir que hay enemigos de la verdad que nos empujan a ocultarla y no vivirla. "Hay que seguir empeñados en descubrinos a nosotros mismos con todo lo que somos". Finalizaba con las palabras del Papa Francisco cuando hablando sobre este tema se refería a la verdad y a la perseverancia; pues en la vida religiosa hay posibilidad de permanecer pero sin Dios y sin ninguna expriencia de Él en la vida misma.
El día finalizó con la Eucaristía, el rezo de las visperas y por último el canto de la Salve y el Ospem Miriam a santo Domingo de Guzmán para luego ir a la mesa y compartir la cena.