Discernimiento en el segundo día del Capítulo Provincial

La jornada comienza, como es costumbre, con el rezo de laúdes. El antiguo coro ubicado en el templo parroquial del Real Monasterio de Santo Tomas es el lugar escogido para la oración temprana. De esta manera los frailes más jóvenes por primera vez, viven la experiencia de rezar en un coro tan antiguo, mientras que los hermanos mayores rememoran el tiempo en el que su uso era habitual.
Después de la oración y el desayuno se dio continuidad a la escucha atenta sobre la vida, obra y misión de los hermanos de los vicariatos y lugares de misión. El vicario provincial de Venezuela abrió la jornada describiendo a groso modo la situación que vive este país de América del sur: “Son pocos los frailes allí, pero trabajando como si fuese un batallón, con muchas ganas y entusiasmo. Se ha recibido gran ayuda por parte de la provincia que siempre está atenta a lo que hoy es Venezuela y su situación no solo política, sino social y económica. La misión en los colegios se continúa a pesar de todo lo que atraviesa el país caribeño, así como el trabajo en medios de comunicación con una emisora que posee el vicariato; el servicio como docentes que desarrollan algunos de los hermanos en varios centros de estudio, tampoco se ha detenido” dice, acotando que han podido hacer frente a diferentes adversidades, de las que se ha salido solventes, “bendito sea Dios” agrega.
El trabajo que hacen los hermanos del vicariato de Japón fue conocido por los frailes capitulares gracias a la intervención de su vicario provincial quien, de manera bastante dinámica y alegre, invitó a los presentes a pasar por este país asiático: “no solo queremos frailes que vayan a conocer aquellas obras que tenemos allí, sino queremos que se queden como ayuda importante para continuar con el legado que muchos frailes han dejado allí” dijo. Se sirvió de fotografías ampliadas en las que se podían ver las infraestructuras construidas de uso educativo para un gran número de japoneses que asisten a sus aulas, además de los templos donde se da práctica a la predicación de la Buena Nueva. El vicariato de Filipinas expuso el informe de la actividad desarrollada por los hermanos en las comunidades presentes en este país. Describió las importantes reestructuraciones que se han visto obligados a llevar a cabo, como el cierre de lugares donde los frailes habían estado presentes durante años. Puso de manifiesto el trabajo de la mano con las Hermanas Misioneras de Santo Domingo. El vicariato posee además varias capellanías, escuelas y un buen número de feligreses que acuden asiduamente a colaborar con los frailes en la predicación y en la administración de sacramentos. Además, dio a conocer el apostolado que tienen en la publicación de la revista “Vida Hoy”, entre otros folletos.
Los lugares de misión donde está presente la provincia como Myamar, Korea, Timor, China, Taiwán, tuvieron sus momentos oportunos para participar y dar a conocer lo que se vive en cada uno de estos sitios. Se escuchaba con atención la gran labor que llevan a cabo estos religiosos en trabajos de parroquias, medios de comunicación, capellanías, colegios -entre otras actividades- como la enseñanza y la predicación de retiros espirituales. Impresionante como de una u otra forma, estos hermanos buscan siempre la mejor manera de seguir en las misiones con la ardua tarea de evangelizar y de llevar a cabo siempre y en todo momento aquello para lo que el Señor nos ha llamado “La salvación de las almas” como lo dejó claro nuestro padre Santo Domingo de Guzmán. Varios de los frailes responsables de dar a conocer la labor de la misión en estos sitios, detallaron parte de la historia y obras más antiguas que posee la provincia en estos territorios, además de aquellos hermanos y hermanas dominicas que, por razón de su fe, han dado hasta su vida convirtiéndose en mártires de la iglesia. El trabajo de la misión sigue y seguirá adelante, a pesar de ser pocos, otros se van sumando. Hermanas de diferentes congregaciones de dominicas, laicos dominicos y nuevos integrantes de movimientos de apostolado colaboran con los hermanos y sus tareas evangelizadoras en mucho de los lugares en el que hoy se viven situaciones bastante adversas y delicadas. Aunque no son faenas fáciles, en las exposiciones se podía respirar un aire de esperanza aun en medio de la desolación que traen algunas noticias no tan buenas.
En la tarde, tras un receso, los hermanos regresaron para dar paso a las reuniones por grupos lingüísticos, vale la pena recordar que la Provincia Misionera de Nuestra Señora del Rosario es una provincia de la Orden bastante grande y compleja debido a su presencia en diversos lugares, con lenguas distintas, con culturas muy diferentes, con contextos no parecidos, con problemáticas y desafíos complicados; por ende, se hacen reuniones en español y en inglés.
Una vez conformados los grupos debatieron el perfil del prior provincial que se elige este jueves 21 de agosto y el cual tendrá una importante y gran responsabilidad. La disertación entre los grupos se hizo y pasada ésta, se puso en común con el resto de los hermanos. Con dinamismo y con un ambiente bastante alegre y fraterno los secretarios de estos grupos expusieron las características del hermano que de aquí en adelante llevará con su equipo, las riendas de la provincia.
A continuación, se hizo la elección de los frailes llamados escrutadores para recoger y contar los votos cuando se dé la elección. Asimismo, se dejaron claras algunas normas presentes en los capítulos, resaltando la seriedad de éste. La orden siempre ha sido democrática y elige en todo momento a sus superiores, además lo hace siguiendo los numerales de sus constituciones en lo que se refiere a lo mandado y establecido en este libro.
Se pasó después a la eucaristía que, como signo de comunión con la Iglesia, los frailes celebran con la feligresía de la parroquia del Monasterio de Santo Tomás, así como el rezo de los salmos de vísperas. Vale la pena destacar que en este capítulo se ha escogido para cada día, un celebrante que preside el sacramento de la eucaristía y un hermano que predica. Esta vez la predicación giró en torno al santo que celebra la iglesia hoy (San Bernardo) enlazado con lo que significa ser sal y luz de la tierra como lo aclama el evangelio leído.
La misa terminó y los frailes entonaron la Salve a la Santísima Virgen del Rosario y luego el Ospem Mira, un canto a nuestro padre Santo Domingo. Se dio paso a aquello que dice “de la misa a la mesa” sabiendo que los frailes no solo parten el pan, sino que lo comparten.
Fotografías y Texto: Fr. Marcos García.