Sobre los mártires de la gran persecución en Japón en 1622
Este año 2022 marca el cuarto centenario de la llamada "gran persecución en Japón de 1622" en la que un grupo de 52 mártires que representaban a varias familias religiosas y creyentes locales fueron ejecutados sumariamente por su fe.
El triste acontecimiento conocido como la "Gran Persecución" se debió al hecho de que las autoridades japonesas quisieran infligir el castigo más violento a todos los misioneros, así como a los catequistas y cristianos que habían estado ayudando a la obra de evangelización que había sido duramente prohibida. Al mismo tiempo, era para llevar el terror a todos los cristianos, y evitar albergar, esconder y proveer a los misioneros proscritos.
Un total de cincuenta y dos cristianos, laicos y religiosos iban a ser ejecutados en la infame colina Nizhizaka en las afueras de Nagasaki. Los misioneros religiosos que venían de la prisión de Omura llevaban meses sufriendo en las condiciones más inhumanas. Se unieron a los prisioneros en Nagasaki que se saludaron unos a otros con júbilo.
Los religiosos: dominicos, franciscanos, jesuitas, así como sus catequistas, colaboradores, terciarios y miembros de la cofradía "Santo Rosario" fueron conducidos al lugar de ejecución y todos ellos, fueron tentados a ser liberados siempre y cuando apostataran, pero todos se mantuvieron firmes en su determinación de morir por Cristo, excepto tres que se retractaron cuando ya estaban en la pira.
Estos mártires son parte de la famosa gran causa de 205 mártires de la Gran Persecución en Japón que se extiende desde 1617-1632. Fueron solemnemente beatificados en 1867. Con ocasión del IV centenario del martirio de varios miembros de la familia Dominicana ofrecemos este documento elaborado por el P. Jarvis Sy, OP, misionero dominico en Taiwán, que recoge quienes eran y cual fue su trayectoria.