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Los mayores hablamos mucho sobre los jóvenes. Amanecer, quiere escuchar a los jóvenes de distintos lugares y religiones.
¿Cómo viven y experimentan la espiritualidad y la fe en sus vidas cotidianas? Esta relación es compleja y multifacética. Navegan entre la fe, la espiritualidad y la secularización, enfrentando desafíos y encontrando nuevas formas de expresar sus creencias. Estas dinámicas son importantes para comprender mejor las necesidades y perspectivas de los jóvenes con relación a la religión.
La juventud es tiempo de vivir experiencias y de sentar las bases para el futuro, trampolín para no pasar por la existencia de cualquier manera. No somos jóvenes eternamente (ahora hasta pasados los 30 años) y tomar decisiones condiciona el futuro nos guste o no, por eso vale la pena dedicar tiempo a elegir bien.
En esta edad, una espiritualidad que asuma todas las dimensiones del ser humano: corporalidad, psicología, espíritu, sentido comunitario e integración con el cosmos es necesaria, pues en estos aspectos está presente el Misterio Divino. Armonizarlo es un proceso integral que va configurando el crecimiento interior humano y social; va haciendo su identidad, su corporalidad, sus posibilidades, límites, horizontes; va ejercitando su libertad y centrándose en lo importante.