Convento de San Pedro Mártir - Sanchinarro
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Ubicación y contacto
Convento de San Pedro Mártir
Av. de Burgos, 204
28050 MADRID
Tel: 913 024 246
Email:
Motivaciones histórico-sociales
En la década de 1950 a1960, la Iglesia vivía pendiente de la evolución histórica del mundo, analizando profundamente los cambios radicales del hombre moderno. Las órdenes y congregaciones religiosas estaban disfrutando de una enorme exuberancia vocacional. Aunque esta exuberancia duró poco y no cuajó en la Iglesia, sin embargo se creó la necesidad apremiante de agrandar edificios o de construir otros nuevos. La Provincia también lanzó un ambicioso programa de nuevas construcciones, dedicadas casi todas ellas a la educación de nuevos candidatos a la Orden. Fue entonces cuando se construyó el colegio apostólico de Arcas Reales, el convento de San Pedro Mártir de Madrid y el nuevo pabellón del estudiantado en Ávila.
El convento de San Pedro Mártir fue un envite histórico que hizo la Provincia de Nuestra Señora del Rosario. La Provincia juzgó conveniente y necesaria la creación de un centro teológico moderno dedicado a la investigación filosófica y teológica y donde se iniciara a los jóvenes en el pensamiento oriental y occidental, europeo e hispanoamericano, preparándolos para llevar el Evangelio al campo tradicional de la Provincia, el Extremo Oriente, y a Venezuela, campo misional recién estrenado.
El diseño se encargó a Don Miguel Fisac, arquitecto de renombrada fama tanto nacional como internacional, que trató de plasmar en un conjunto de extraordinaria belleza tanto la practicidad que exige el mundo moderno como la espiritualidad y el recogimiento que precisa un centro de formación teológica.
En 1955 se comienza la construcción y en 1958 es bendecido e inaugurado. Este mismo año, el Estudio General y el Instituto de Filosofía que estaban en Ávila fueron trasladados a este Convento. El día 23 de Septiembre de 1958 se constituye jurídicamente la nueva comunidad dominicana con el nombramiento del P. Manuel González Pola como primer prior y con la publicación del traslado del Estudio General de Ávila a Madrid. La Iglesia fue terminada y bendecida solemnemente el 11 de diciembre de 1959 por el Maestro de la Orden, Fr. Michel Browne.
En 1960 se establece oficialmente en este Convento el Instituto de Filosofía, mientras que el Estudio General con los cursos de Teología son trasladados de nuevo al Real Monasterio de Santo Tomás de Ávila. Esta situación se mantuvo hasta 1968, en que son trasladados ya definitivamente al Convento de San Pedro Mártir de Madrid, lugar donde permanecieron hasta el año 1989.
Los Institutos del Estudio General permanecieron agregados a la universidad pontificia de Santo Tomás de Manila. Al salir la Instrucción Normae Quaedam, el Instituto de Teología, siguiendo las orientaciones de la Comisión Episcopal Española de Seminarios y Universidades y hechas las gestiones necesarias para aclarar la naturaleza y situación académicas del mismo, el 23 de agosto de 1973 se agregó como instituto abierto y en el primer ciclo a la Universidad de Comillas. El 6 de agosto de 1980, la Sagrada Congregación para la Educación Católica comunica al Instituto su reincorporación a la Universidad de Santo Tomás de Manila, en virtud de la Constitución Sapientia Christiana.
Durante estos años, la labor investigadora, docente y educadora llevada a cabo en este convento ha tenido una enorme importancia e influencia en la vida de la Provincia, ya que en este convento se formaron numerosos misioneros dominicos.
En la década de los 80 se produjo un pronunciado descenso en el número de vocaciones y ello afectó muy directamente al fin y a la vida de este convento y del Estudio General. Lejos estaban ya los años durante los cuales todas las habitaciones del convento estaban habitadas por frailes. Partes cada vez más grandes del convento hubieron de ser habilitadas para otros fines, y así nació la Residencia de San Pedro Mártir, que, ocupando los edificios que fueron pensados para residencia de los estudiantes dominicos, se convirtieron en una residencia para estancia, retiros y convivencias en general. En la actualidad esos mismos espacios están ocupados por el colegio St. George’s.
Finalmente, el Capítulo Provincial de Ávila del año 1989 decidió destinar a los estudiantes de la Provincia, a otros centros de estudio, perdiendo así el convento su función formadora y docente, aunque sus miembros siguieron manteniendo durante algunos años la enseñanza y la publicación de materiales teológicos y filosóficos.
En el año 2005 el arzobispado de Madrid, ante las necesidades pastorales de la nueva urbanización de Sanchinarro, surgida al lado del convento, ofreció a la comunidad la posibilidad de aceptar una parroquia en el convento. Desde entonces la comunidad asumió la responsabilidad pastoral de esta zona de Madrid.
En la actualidad residen en el convento 14 religiosos que realizan diversas actividades pastorales, principalmente en la parroquia.
Es notable la biblioteca por sus abundantes y valiosos fondos bibliográficos sobre filosofía y teología. Desde aquí se sigue editando la revista "Studium", de contenido académico.
Una joya del arte moderno
En el año 2019 el conjunto de edificios que forman el convento de San Pedro Mártir ha sido declarado por la comunidad de Madrid monumento BIC (Bien de Interés Cultural). El Centro de gravedad de todo el conjunto sigue siendo la bellísima iglesia y su torre de 70 metros de altura, formada por 16 pilares de hormigón armado, enlazados por una rampa. La iglesia fue construida con un programa muy específico: una iglesia coral para la recitación solemne del Oficio Divino y por otro lado, una iglesia pública, para uso de los fieles. Desde el año 2005 es la parroquia del nuevo barrio de Sanchinarro.
Su disposición en planta responde a este doble uso, situando el altar, punto central de la iglesia, en el medio de la iglesia, teniendo a un lado el coro y al otro lado el lugar para los fieles, y eliminando todo lo que pudiera obstaculizar una visión clara del altar.
La parte del coro está adornada por un vitral de cemento, desarrollando el tema de la glorificación del martirio. A través de los personajes que aparecen, bíblicos y dominicanos, se trata de plasmar la idea del martirio en su relación con Dios.